Hoy vengo con un artículo un poco sacado de las entrañas de mis emociones, el vivir el momento, el famoso Carpe Diem.
- ¿Qué es eso de vivir el momento?
- ¿Es tan difícil ser feliz?
- ¿Por qué no puedo ser feliz como el resto de la gente?
- ¿Acaso la gente es tan feliz todo el tiempo?
- ¿Existe la felicidad pura y verdadera?
- ¿Qué es para ti la felicidad?
El Carpe Diem, la flipada de vivir el momento.
¿QUÉ SIGNIFICA CARPE DIEM?
El Carpe Diem viene de un poeta romano llamado Horacio.
La frase completa del famoso carpe diem es la siguiente:
“carpe diem quam minimum credula postero”
Que viene a ser “aprovecha cada día, no te fíes del mañana”.
Del famoso Carpe Diem han surgido infinidad de filosofías, corrientes y estilos de vivir la vida.
El Carpe Diem es una frase que ha dejado de tener la capacidad que realmente tiene, mucha gente la usa, se vanagloria de ella e incluso se la tatúan en el cuerpo para recordar que son capaces de vivir el momento.
Vivir el momento no es sencillo y requiere de práctica para que ese momento seas capaz de vivirlo plenamente.
¿VIVIR EL MOMENTO PLENAMENTE?
Vive el momento, ni que fuera tan fácil…
Para vivir el momento tienes que tener ciertas prácticas para reconocer que momentos quieres vivir y que emociones te causan los momentos que estás viviendo.
Somos seres humanos y como tal, algo que nos diferencia del mundo animal son las emociones.
La felicidad, la tristeza, la euforia, la apatía, la aceptación, la comprensión, la soledad, el deseo, el alivio, el amor, el odio, forman parte de unas de las tantas emociones que tenemos que aprender como seres humanos.
Gestionar las emociones, que no nos desborden y causen males mayores. es algo que queda muy lejos del Carpe Diem.
Asociamos la frase de vive el momento como si la vida solo fuera una y hay que disfrutarla al máximo cueste lo que cueste, sin importar lo que tenga a mi alrededor.
De eso no se trata el Carpe Diem por lo menos la forma que yo tengo de vivir el momento.
Vivir el momento es estar en el presente, como en el libro del Poder del Ahora.
El famoso libro dice que vivas con plenitud el presente ya que vivir fuera del presente puede alejarnos de las emociones verdaderas que podamos sentir en ese momento.
Las emociones nos pueden paralizar y estancar si vivimos anclados en el pasado o con miedo al futuro.
Vive el momento, pero vívelo conscientemente.
VIVIR EL MOMENTO EN CUALQUIERA DE SUS EMOCIONES
Como seres humanos tenemos que aprender a gestionar nuestras emociones ya sean positivas o negativas.
Mucha gente de la filosofía del Carpe Diem parece que viven plenamente en una burbuja de felicidad;
¡aprovecha el día! ¡vive el momento como si no hubiera mañana! ¡Disfruta de este preciso momento!
Mucha de esta gente parece que vive plenamente el momento en un estado de felicidad permanente, pero cuando surge una desgracia o aparecen las emociones negativas son los primeros que se vienen abajo y manda a tomar por culo, el Carpe Diem y el vivir el momento.
Vivir el momento sean cuales sean tus emociones es vivir el Carpe Diem en realidad.
Si tengo emociones positivas voy a vivirlas plenamente y consciente, sabiendo que esta situación me da felicidad.
Si tengo emociones negativas, voy a vivirlas también consciente y sabiendo de donde vienen, gestionándolas para que no desborden.
VIVIR EL MOMENTO, NO ES SER FELIZ CONTINUAMENTE
Lo malo de vivir las emociones es cuando se vuelven perennes en nuestra forma de vivir, en nuestra rutina, las emociones que nos describen.
Tantos las emociones negativas como las positivas cuando las vivimos sin cambios, todo es feliz o todo es tristeza, son síntomas de que algo no va bien.
Es imposible vivir plenamente feliz, sin problemas, sin agobios, sin estrés…
Somos inconformistas y quien viva plenamente feliz las 24 horas del día, un día tras otro es preocupante porque algo no va bien en su cabeza o que me pase la droga que está tomando.
Por desgracia, cuando vamos al polo de las emociones negativas, estas tienden a cristalizar más en nuestro día a día sin darnos cuenta.
Por eso necesitamos vacaciones, ir de compras, beber con los amigos, ir a cuantos más viajes mejor, conseguir likes en Instagram y hacer toda una serie de acciones que te den esos pequeños momentos de felicidad ficticia que en tu día a día no consigues.
Vivimos en una sociedad en la que se ha mercantilizado la felicidad y te dicen que para ser feliz tienes que cumplir con cierto estatus relacionado con el consumo cuando la felicidad es mucho más compleja y tiene un mecanismo más profundo que ir de compras.
EL YING YANG DE LAS EMOCIONES
Como te decía antes es inútil intentar ser feliz continuamente porque habrá momentos en lo que tendrás que vivir emociones negativas que interrumpirán tu estado de felicidad.
¿Conoces la teoría del Yin Yang?
Según la teoría del Yin Yang, vivimos en un espacio en el que las fuerzas tienen que estar equilibradas.
Un exceso de Yin es malo al igual que un exceso de Yang.
Y esto mismo pasa cuando no gestionamos nuestras emociones ya sean negativas o positivas, estas acaban desbordando y producen el exceso y desequilibrio.
Es por eso que vivir el momento continuamente feliz como dice nuestro famoso Carpe Diem no es más que un idílico que te puede llevar a la trampa de la ignorancia si no haces caso a los dos polos de tu yin yang.
Tu equilibrio emocional viene dado por la oposición de las emociones.
Si nunca hubieras sentido la tristeza nunca sabrías lo que es ser feliz. Por lo tanto para que exista la felicidad tiene que existir la tristeza.
Cuando las emociones están en equilibrio, todo fluye, cuando una de las dos se desborda algo no va bien, por lo tanto vive el momento sí, pero vívelo con los pies en la tierra, sabiendo que si tienes que estar triste permítete estar triste y cuando sientas felicidad vívela al máximo.
MI FILOSOFÍA DEL CARPE DIEM
Sí, soy amante de la frase Carpe Diem, pero aún no me la he tatuado ni creo que lo haga.
El caso es que me permito vivir el Carpe Diem en todas sus versiones.
No tengo porque mandar a tomar por culo el Carpe Diem cuando me encuentro mal sino justo lo contrario, incluso cuando me encuentro mal dejo que el Carpe Diem invada mi cuerpo-mente.
Si estoy mal, voy a permitirme estar mal, no voy a tapar esa emoción por que según el Carpe Diem, tengo que vivir el momento plenamente feliz y continuo.
Que no, que no nos engañemos…
¡Vive el momento!
Vívelo cuando estés bien y cuando estés mal también.
Si no lo haces, crearás una película ficticia en la que parece que todo te va bien cuando sabemos que eso no es verdad.
MI FORMA DE VIVIR EL MOMENTO
No tengo ninguna fórmula ni secreto para vivir el momento, simplemente te puedo decir que dejo atrás el pasado e intento no pensar mucho en el futuro.
EL PASADO
Vivir en el pasado muchas veces puede reportarte emociones negativas por acontecimientos que hayas vivido y que si no se han solucionado pueden afectarte en tu presente.
En estos casos te recomiendo que sepas perdonar y aceptar que lo vivido, vivido está.
Todo el mundo tiene un pasado y alguna vez en tu vida seguro que te has arrepentido de algo que has hecho.
Si tus actos pasados te afectan al presente intenta perdonarlos y solucionarlo, vivir anclados en el pasado no es forma de vivir el momento.
Puede ser que tu pasado te reporte recuerdos bonitos y te gusta vivir constantemente de tus recuerdos.
Recordar tu pasado bonito está bien, tráelo al presente de vez en cuando, pero vivir de recuerdos es vivir en una fantasía ilusoria que ha pasado y que ahora no existe.
EL FUTURO
Puede que pases media vida idealizando como será tu vida en el futuro, como te gustaría vivir, que mejoras harías, que aspectos de ti cambiarías…
Si los pensamientos del futuro no te abruman, adelante, vive con ellos, pero no de ellos.
Puedo idealizar como será mi vida dentro de unos años pero lo que no voy a permitir es que ese pensamiento me paralice o incapacite para vivir el momento.
Y esto sucede muchísimo en nuestra queridísima sociedad.
Idealizamos tanto el futuro que cuando vemos que no lo conseguimos, salen de dentro los mil demonios y esas emociones demoníacas nos afectan en nuestro Carpe Diem.
No vivas de los pensamientos del futuro, pensar en el mañana está bien, pero no hagas planes a largo plazo porque en cualquier momento todo puede cambiar como nos ha pasado con la COVID 19.
Muchas veces idealizamos una vida que jamás vamos a tener por mucho que nos empeñemos, no todo el mundo tiene las mismas capacidades ni vive en el mismo estrato social y cultural para que todo el mundo pueda conseguir lo que quiera.
No te hagas pajas mentales con el sueño idealizado de la sociedad que muy probablemente no se cumpla, porque es un sueño y al final te pasas la vida intentando vivir un sueño dejando pasar los momentos más bonitos de tu vida por delante de tus ojos y ni te das cuenta, esos momentos son ahora.
Piensa ahora, sí en el ahora.
Ejercicio de reflexión:
Durante un minuto para de leer y piensa si tienes algún miedo.
Te dejo tu minuto.
Seguramente tengas un pensamiento de miedo, ahora vuelve a pensar de nuevo en ese miedo y piensa si realmente existe ahora, si ese pensamiento te está ocurriendo ahora.
Piénsalo durante un minuto.
Si piensas que realmente ese miedo existe es porque te has ido al futuro, si visualizas ese pensamiento que te produce miedo ahora, en este preciso momento te darás cuenta de que no existe.
De eso se trata de vivir el momento.
En el momento presente, en el Carpe Diem, los miedos no existen, a no ser que estés en medio de la selva y con un león con mirada desafiante, tal vez puedas vivir el miedo en ese momento.
Los miedos en el presente no existen a no ser que sean inminentes, es por eso que vivir el momento, el Carpe Diem, es una filosofía del ahora.
Como me decía una amiga mía.
-Quiero aprender tu filosofía Zen
Vive el momento en cualquiera de sus emociones.
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Carpe diem. Depende. Si el presente es un desastre pienso que es mejor disfrutar recordando buenos momentos del pasado y tener ensoñaciones con hipotéticos buenos momentos del fúturo, aunque estos sean mera ilusión. Además, es bueno «calcular» algo del posible fúturo. Pero, por supuesto, hay que intentar disfrutar del presente cuanto se pueda.
Hola, obviamente si el presente no pinta bien hay que intentar darle la vuelta y quedarte con lo bueno, incluso de los desastres se puede aprender algo bueno, todo depende de como lo mires y también depende tus situaciones del pasado…